La generalización del uso de smartphones y apps de todo tipo en los dispositivos móviles puede facilitarnos mucho nuestra rutina diaria y ofrecernos mecanismos de comunicación y/o entretenimiento muy útiles. Pero no todo son ventajas. Por norma general, las políticas de uso y privacidad de estas apps móviles suelen ser abusivas algo que está llevando a las autoridades a poner su foco sobre ellas.
El grupo parlamentario de UPyD ha llevado al Congreso una iniciativa para que el Gobierno exija a la Agencia Española de Protección de datos la fiscalización de este tipo de apps para controlar cómo obtienen datos personales así como el uso que hacen de ellos. Esta proposición no de ley pretende que tanto las tiendas de aplicaciones de Apple como de Google sean fiscalizadas de manera trimestral así como la elaboración de un informe de seguridad sobre el manejo de los datos personales recopilados por estas apps móviles.
UPyD también promueve otros cambios legales entre los que se incluye la exigencia de unos términos de uso y políticas de privacidad concisas y fácilmente comprensibles para los usuarios. El objetivo perseguido es que cada usuario sea consciente de qué datos cede, cuáles pueden usar por terceros y para qué fines.
Esta proposición hecha al gobierno también plantea otras opciones como la de ofrecer a los usuarios mecanismos para ejercer sus derechos de acceso, rectificación, cancelación y oposición al tratamiento de sus datos personales hechos por las aplicaciones móviles. En estas proposiciones también se incluye a las redes sociales y es que UPyD también pone a la mesa el uso de este tipo de comunidades.
La propuesta llevada al Congreso por este grupo se plantea otros objetivos entre los que destaca el establecimiento de unos medios eficaces que garanticen que si un usuario cierra o cancela su perfil en una red social, desinstala una app o deja de usarla durante un periodo prolongado (seis meses o más) sus datos dejen de estar accesibles.
Las propuestas de UPyD siguen las tendencias que se están marcando en otros países en europeos siendo Alemania el caso más evidente. Las autoridades responsables de la protección de datos de este país han llegado a desaconsejar a los ciudadanos el uso de apps tan populares como WhatsApp por sus problemas de seguridad y falta de garantías en la privacidad de los datos personales que maneja.
El desarrollo y generalización de uso de apps móviles, redes sociales y servicios en la nube suponen un nuevo reto para los organismos reguladores y responsables de la protección de datos personales. Ya se está debatiendo en distintos foros institucionales la regulación de estos segmentos y, seguramente, durante los próximos meses este sera un tema muy recurrente.