Si algo bueno puede salir de un escándalo como el de espionaje de las agencias de inteligencia británicas y estadounidenses son mejores medidas de seguridad para los usuarios de la Red. Algunos de los grandes proveedores de servicios de Internet ya han comenzado a tomar medidas para dificultar en la medida de lo posible que alguien controle nuestra actividad en la Red mejorando nuestra privacidad pero no todo queda ahí. ¿Qué pasa con el contenido que ya hemos publicado en aplicaciones como redes sociales?
Los responsables de Twitter han pensado en ello y han anunciado la implementación de una técnica de cifrado que impide que terceros descodifiquen datos a gran escala. Esta tecnología se conoce como Perfect Forward Secrecy (PFS) y podría ser una gran solución para evitar un caso de espionaje tan flagrante.
El funcionamiento de PFS se basa en la creación de una clave aleatoria en cada sesión. Dicha clave nunca circula a través de las redes e, incluso aunque un atacante contara con acceso completo a los archivos de Twitter, tendría que crackear cada sesión iniciada con PFS. No parece que sea una solución infalible pero sí que se trata de un muro que dificulta la tarea de controlar el timeline de los usuarios.
Este nuevo cifrado está activo desde el pasado 21 de Octubre pero no ha sido hasta estos días cuando se ha hecho público y es que, antes de anunciar la medida, se ha estado probando para asegurar su buen funcionamiento.