Las Google Glass son las gafas del futuro. Al menos, eso quieren en Mountain View. Este gadget combina una gran variedad de funciones interactivas y multimedia que a día de hoy se pueden llevar a cabo con los smartphones actuales con unas gafas de sol clásicas. Entre estas funciones, se incluyen la posibilidad de tomar fotos y grabar vídeos.
Un invento que parece llegado del futuro y que despierta, como es lógico, muchas dudas éticas sobre su uso y cómo afectará a la privacidad. Son ya varias las campañas iniciadas para prohibir su uso en lugares públicos. Una de las que más ruido está haicendo es la conocida como «Stop the cyborgs«.
Los responsables de esta campaña quieren concienciar a los ciudadanos de que gadgets como Google Glass suponen un gran problema para nuestra privacidad y alientan a los dueños de comercios como bares y restaurantes a prohibir su uso en su interior.
Desde Stop the cyborgs se lanzan algunas preguntas: ¿cómo asegurarse de que alguien con Google Glass no nos está grabando? ¿Qué ocurre con esos datos? ¿Quién los almacena? Los responsables plantean que si no nos gusta que un desconocido nos grabara en cualquier situación con una cámara por qué se va a aceptar que se haga con estas gafas.
Lo cierto es que esta campaña es mucho más ambiciosa y planea oponerse a toda tendencia tecnológica que comprometa nuestra privacidad. En el caso concreto de Google Glass encontraran muchos aliados y es que el material «cuestionable» que se puede conseguir con ellas es algo que preocupa y mucho.