La seguridad de los dispositivos móviles del fabricante taiwanés HTC está siendo cuestionada en los últimos días. Al parecer, los te´léfonos de esta marca están afectados por varios fallos de seguridad muy importantes que podrían provocar el robo de la información almacenada en ellos por aplicaciones de terceros.
Estos problemas, que afectarían tanto a sus modelos con el sistema operativo de Google Android como a los equipados con Windows Phone de Microsoft, tendrían la base en un error en la programación para adaptar los sistemas operativos sobre el hardware dejando un espacio que puede ser aprovechado para la instalación de software poco deseable sin consentimiento del usuario, capaz de capturar información sobre datos de navegación o información almacenada en la memoria de los terminales. Aunque el problema es aún más grave puesto que se puede llegar a controlar completamente el teléfono del usuario y llevar a cabo acciones como controlar la cámara, enviar mensajes o hacer llamadas.
La encargada de dar la voz de alarma ha sido la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos que ha instado a HTC a solucionar estas vulnerabilidades con la mayor brevedad posible. Al parecer, el problema no ha sorprendido mucho dentro de la compañía ya que fuentes cercanas a la misma aseguran que los responsables de los productos son conscientes del poco control sobre la seguridad en sus teléfonos.
Una mala supervisión de control interna unida a una muy criticable política de actualizaciones de firmware/software ha desembocado en este problema que gracias a la FCC norteamericana ha visto la luz y del que ahora, la compañía se tendrá que hacer cargo y corregir.