A los incómodos controles que actualmente hay que pasar en los aeropuertos por motivos de seguridad, las autoridades del Reino Unido añaden uno nuevo: la posibilidad de descargar los datos de nuestros smartphones y tablets. Según los responsables del gobierno británico se trata de un procedimiento crítico en la lucha contra el terrorismo aunque, evidenmente, ya son muchas las voces que se alzan contra esta medida.
The Telegraph, diario inglés, ha publicado un informe donde se advierte de esta medida y avisa a los ciudadanos que viajen a las islas que la policía puede incautar el teléfono a cualquier pasajero así como descargar todos los datos personales (registros de llamadas, contactos con sus fotos y destinatarios de mensajes y correos -no su contenido) almacenados en el mismo al amparo de las leyes antiterroristas. Estas medidas estarían vigentes tanto en adunados aéreas como marítimas.
La libertad de la que disfrutan los funcionarios británicos para apoderarse del móvil de cualquier viajero es total y no necesitan ningún tipo de excusa para hacerlo. La información descargada podrá ser almacenada el tiempo que consideren necesario. Las autoridades se escudan en que la información descargada de teléfonos incautados ha resultado fundamental para la detención de varios sospechosos. Esta medida ya estaba en vigor el año pasado donde se retuvo el teléfono a 60.000 personas pero ha sido ahora, en un momento donde están saliendo a la luz diversos casos de espionaje de gobiernos, cuando se habla de ella en los medios generalistas de una manera tan abierta.