Italia se ha convertido en el primer país europeo en instar a Google a modificar la forma en que trata y almacena los datos de sus usuarios.
El regulador de la protección de datos en Italia ha dado al gigante de Mountain View un periodo de 18 meses para modificar sus políticas de privacidad y atenerse a los cambios exigidos por las autoridades europeas en materia de proteccion de datos. Recordamos que los reguladores de varios países europeos, entre los que se encuentra Italia, comenzaron una investigación conjunta durante el pasado año tras la decisión de Google de modificar sus políticas de privacidad combinando los datos recopilados de usuarios individuales en todos sus servicios (Gmail, Google+, Youtube…).
Según el regulador italiano, a pesar de las modificaciones y los cambios introducidos por Google con el objetivo de adecuarse a las normativas europeas y locales (italianas, en este caso) estas implementaciones son insuficientes y ha dado a la compañía un plazo de 18 meses para que complete todos los cambios necesarios.
Uno de los temas más polémicos reside en que, según la agencia de protección de datos italiana, Google no tiene autorización para utilizar los datos de perfil de sus usuarios sin su consentimiento previo y que debería informarles de manera explícita que sus datos se usan con fines comerciales.
Los portavoces de Google mantienen el mismo mensaje que venimos escuchando desde hace meses que no es otro que su predisposición a colaborar con los organismos reguladores y que estudiará en profundidad las demandas de las autoridades italianas antes de llevar a cabo medida adicional alguna.
Este problema de Google con las agencias de protección de datos europeas no es nuevo, ni mucho menos. Los reguladores de España y Francia ya han sancionado al gigante de Internet por incumplir las leyes nacionales y el Reino Unido ya dió de plazo a Google hasta el 20 de Septiembre para adaptarse a la normativa de este país, en un proceso muy similar al iniciado por las autoridades italianas. Algo similar ocurre en Holanda donde el regulador de protección de datos ya encontró conflictos entre las políticas de Google y la legislación del país y se reservó la posibilidad de tomar medidas contra la compañía que pueden incluir importante multas.
Estas noticias confirman la creciente preocupación que existe en Europa sobre el volumen y tratamiento de datos personales retenidos en jurisdicciones extranjeras. Unos conflictos que se unen a otros frentes abiertos como el conocido «derecho al olvido». Unos procesos abiertos que mantienen muy ocupados a los representantes legales de Google.