Tras los casos de espionaje de datos, varios ciudadanos estadounidenses presentaron una demanda colectiva. Hasta aquí, nada fuera de lo previsible. Lo que puede ser más sorprendente (y hasta dar miedo) es la defensa de los abogados de Google ante esta situación.
Los encargados de defender los intereses del gigante de Mountain View basan su argumentación en una ley estadounidense de 1979 y donde literalmente se dice que «nadie debe esperar legítimamente expectativas de privacidad en Gmail si cede voluntariamente la información a terceros. Al igual que a nadie le extraña que si manda una carta a un colega lo abra su secretaria, los usuarios del correo no deberían sorprenderse al descubrir que son procesados durante el envío«. No se puede decir que no estén siendo sinceros…
La defensa de Google se basa en una resolución del Tribunal Supremo estadounidense de hace casi 35 años que confirma la recopilación delas comunicaciones electrónicas sin orden judicial. Unos argumentos que parecen reforzar las hipótesis de que la búsqueda de palabras clave se usa para incluir a los usuarios en el correo basura o para dar alas a campañas de la competencia (Microsoft) donde se afirma que la relevancia de las búsquedas en Google depende de lo que cada producto paga.
Unas críticas duras capitalizadas por Consumer Watchdog, un portal de consumo, donde se recogen las siguientes declaraciones:
Google se ha quitado la careta y por fin ha admitido que no respeta la privacidad… La gente debería tomarles la palabra. Si te importa la privacidad de tu correspondencia no uses Gmail
Privacidad, términos de servicio…una cuestión que parece irresoluble.