Tras hacerse público el escándalo de espionaje PRISM, se siguen produciendo reacciones al más alto nivel. Si bien desde la Casa Blanca tratan de restar hierro al asunto, lo cierto es que es un tema que se puede atragantar al gobierno estadounidense. Para tratar de este asunto, la comisaria europea de Justica, Viviane Reding, y el secretario de Justicia de Estados Unidos, Eric Holder, se han reunido acordando la creación de un «grupo de expertos» para abordar la protección de datos de una manera conjunta.
Ambos mandatarios mantuvieron un encuentro bilateral organizado por el gobierno de Irlanda (que ejerce la presidencia de turno de la UE) durante el que los responsables comunitarios pidieron explicaciones sobre este ciberespionaje. Tras el encuentro, Reding manifestó haber obtenido «respuestas y garantías« a las cuestiones planteadas habiendo trasladado a los diplomáticos estadounidenses la «preocupación» ante esta situación.
Reding declaró que PRISM tiene como «principal objetivo» recoger datos de ciudadanos y residentes estadounidenses, si bien se trata de «metadatos» y no, por ejemplo, «de contenidos de conversaciones«. Agregando que «se trata, por tanto, de una cuestión estadounidense«.
Holder dió algunos detales más y se refirió a que se accedía solo a «metadatos telefónicos» y siempre tras obtener una orden judicial. El secretario estadounidense reconoció que el acceso a datos privados afecta a terceros, incluidos ciudadanos o grupos en Europa, aunque siempre amparados en una orden judicial.