El descubrimiento del sistema de vigilancia global PRISM destapado recientemente y donde se involucra al gobierno estadounidense, británico y a sus agencias de inteligencia parece que se trata solo la punta del iceberg de los sistemas utilizados en espionaje y que comprometen nuestra privacidad.
Todos somos más o menos conscientes que nuestra actividad rutinaria con PCs/teléfonos deja algunos rastros facilmente seguibles por las autoridades pero se están descubriendo algunos métodos que escapan de nuestro conocimiento. En una reciente publicación en el diario Wall Street Journal se ha descubiero un sistema utilizado (supuestamente) por el FBI para espiar las conversaciones de usuarios de Android a través de los micrófonos.
Lógicamente, no se han dados todos los detalles acerca del sistema utilizado pero parece algo más propio de una película de ciencia ficción futurista. Los smartphones Android no son los únicos gadgets espiados utilizando este método que también sirve para tablets, portátiles y ordenadores de sobremesa.
El principal problema es que estos métodos podrían estar usándose sin ninguna investigación judicial por lo que, potencialmente, cualquiera podríamos ser víctima de este mecanismo de vigilancia. Evidentemente, las autoridades argumentan que solo se utilizan ante potenciales amenazas terroristas (cómo no) y no es algo que se haga de manera sitemática.
Sea como sea, el debate sobre un equilibrio entre privacidad y seguridad sigue muy vivo.