Google deberá hacer frente a una sanción de 145.000 euros impuesta por un regulador alemán de telecomunicaciones. El problema, según este organismo, reside en la recolección de datos a través de redes WiFi llevada a cabo con los coches del servicio Street View del gigante informático.
El regulador de Hamburgo, Johannes Casper hizo la siguientes (y duras declaraciones) sobre el asunto:
«En mi opinión, esta es una de las mayores violaciones de las normas de protección de datos conocida. Los mecanismos de control interno de Google deben haber fallado gravemente».
Los de Mountain view admitieron haber tomado «inadvertidamente» fragmentos de datos sensibles de redes WiFi de particulares en todo el mundo. El problema no es nuevo. En 2012, la FCC (Comisión Federal de Comunicaciones) de Estados Unidos ya advirtió el problema demostrando que los coches usados por Google llevaban años recopilando y almacenado datos de manera irregular.
Este asunto, ya calificado como «error» por parte de Google se cerró en Estados Unidos con un acuerdo en más de 30 estados y el compromiso de pagar hasta 5.3 millones de euros como compensación. Ahora, los de Mountain View vuelven a tener que hacer frente al problema, esta vez en territorio comunitario.