El municipio mallorquín de Sóller se encuentra inmerso en una gran polémica. Las culpables de dicho conflicto con unas cámaras ocultas de videovigilancia encontradas en las calles del pueblo.
El colectivo Collectiu Albaïna ha denunciado la presencia de estas cámaras tras ser avisados por unos vecinos. Una de las cámaras descubiertas se encontraba en el aparcamiento de la barriada de Estiradors delante de una máquina ORA.
Se desconoce quién ha colocado esa cámara pero no cumple con las exigencias reguladas en la Ley de Protección de datos al no estar señalizadas ni informar de su presencia.
Lo que sí se ha podido demostrar es que la cámara hallada junto al parquímetro estaba conectada a la red de alumbrado público y conectada a un módem por lo que su señal se retransmitía a un monitor desconocido. Ante la posibilidad de que la colocación de esta cámara estuviera suponiendo una infracción en el derecho a la intimidad, el Collectiu Albaïna ha tramitado una denuncia ante los Juzgados de Palma.
La desconfianza de los habitantes del municipio es ahora muy alta, ya que este caso se une al reciente descubrimiento de otra cámara muy cerca del domicilio del alcalde de Sóller y que sirvió para descubrir varios (supuestos) actos de vandalismo de un jóven contra el alcalde y diversos parquímetros del municipio.
El debate entre seguridad ciudadana y vigilancia está muy vivo en esta localidad de Sóller.