La polémica está servida en Alemania debido a un borrador de ley que permitirá a los ayuntamientos la venta de datos personales a empresas privadas.
El proyecto de ley ya fue aprobado por el Bundestag (la Cámara baja del Parlamento) sin ningún debate previo gracias a la coalición de gobierno que forma la canciller Angela Merkel (Unión Cristianodemócrata) junto a su hermana de Unión Critianosocial y el Partido Liberal. En Septiembre, este proyecto de ley debería ser sometido a la aprobación del Bundesrat (la Cámara alta) pero podría carecer de los apoyos suficientes dado que el ejecutivo no posee mayoría en esta Cámara.
Este motivo ha llevado al gobierno alemán a replantearse dicha ley y podría retirar los puntos más sensibles con el derecho a la intimidad y la protección de datos. En su versión primitiva, esta ley disponía que los ciudadanos tenían el derecho de dar su conformidad por escrito a la venta de sus datos pero en su forma actual, son los ayuntamientos los que deciden si venden o no las informaciones registradas en las oficinas de empadronamiento a empresas privadas. Con este planteamiento, los ciudadanos solo tienen la posibilidad de recurrir ante la justicia.